En estas páginas daré a conocer la construcción de un linaje tan opulento como esencialmente mestizo construido por la descendencia natural del general Pedro Alonso de Hinojosa, cuyos miembros fueron vecinos de La Plata y, posteriormente, fundadores de la Villa de Oropesa del Valle de Cochabamba, en 1571. Un linaje que por fuerza de la calidad de los vínculos establecidos en Charcas drenó su fortuna entre paisanos y parientes extremeños que disfrutaron del patrimonio del “general”, un patrimonio amasado al calor de los años sin ley, del estímulo económico motorizado por las guerras civiles entre conquistadores y encomenderos, el aprovechamiento ilimitado de los recursos indígenas y las oportunidades de diversificación de los negocios que ofreció el Potosí en expansión a los dueños de la mano de obra y el capital mercantil.