En la Real Audiencia de Charcas o La Plata (Alto Perú) cuyo
territorio se encuentra mayormente en los que es la actual República de Bolivia
existieron numerosos nobles titulados la mayoría de ellos estuvieron de paso,
cumpliendo alguna función en la Real Audiencia. Sin embargo, hay sólo ocho
títulos del Reino o de Castilla que ya sea porque fueron otorgado a residentes
en el actual territorio de Bolivia, o porque se trasladaron a vivir aquí y
dejaron descendencia o sus propiedades se encontraban dentro del territorio
nacional, podemos considerarlos bolivianos.
La Nobleza en el Alto Perú estuvo conformada, en su mayoría,
por españoles y sus descendientes (criollos) establecidos en el Perú durante la
Conquista, el Virreinato y los inicios de la República. Los títulos fueron
concedidos por la Corona de España, a súbditos que erogaban a las arcas de la
Corona ingentes cantidades dinero, además de probar su nobleza, aunque estas
pruebas no siempre fueron convincentes. Hay que recordar que la nobleza no
sólo estaba constituida por los títulos nobiliarios, sino también por los
caballeros de las Órdenes Militares -muy numerosos también en los reinos
indianos-, y sobre todo por los hidalgos de sangre y de privilegio. En
realidad, los verdaderos nobles eran los hidalgos puesto que esta se heredaba
por sangre.
Hubo también un título de origen pontificio otorgado a fines
del XIX, sin carácter hereditario pero que no es equiparable a los títulos del
Reino, pues no se exigía prueba de nobleza. Dado al carácter secreto de las
operaciones pontificias, ignoramos cuánto dinero se erogó a la corte Romana.
Hay mucha fantasía al respecto con títulos que nunca existieron como los llamados marqueses de Villaverde en La Paz y aunque hubo una familia con ese apellido nunca fueron marqueses.
La documentación sobre los Título se encuentra en "Documentos Nobiliarios"
CONDADO DEL VALLE OPLOCA
El Título de Conde del Valle de Oploca fue creado el 13 de agosto 1722, por Don Felipe V y su primer poseedor fue don Diego de Arce Chacón, con vizcondado previo de Arce. Fue don Diego Alcalde de Minas y Registros en Potosí, a donde había llegado después de haber pasado al Perú con el Virrey Marqués de Castelldosrius. Muy rápido fue considerado hombre principal y noble de la Villa de Carlos V, lo que le permitió realizar “un buen matrimonio”, casándose el 24 de marzo de 1710 con doña Ana María de Gambarte y Quiroga, nieta del hidalgo gallego y uno de los vecinos más opulentos de Potosí, el Maestre de Campo don Antonio López de Quiroga. La rica heredera aportó al matrimonio entre otros bienes el enorme latifundio llamado Oploca situado en Chichas, en el sur del departamento de Potosí que contaba terrenos con minas, grandes huertas y muchos indios arrendatarios. Doña Ana María falleció en 1717 dejando huérfana a su única hija de apenas tres años, doña María Josefa Chacón y Gambarte. El viudo después reunir una cuantiosa suma de dinero y con el apoyo de sus cuñados Gambarte salió para España con la promesa que volvería con un Título nobiliario para su pequeña hija, lo que daría lustre y brillo a la familia que ya ocupaba una posición privilegiada gracias al fundador don Antonio López de Quiroga. No sólo nunca volvió, sino que tomó rumbo a Méjico (Nueva España) donde contrajo un segundo matrimonio en 1720 con doña Manuela de Palma Meza y Sariñana con quien tuvo al menos siete hijos. Previo pago a la Corona de las sumas de dinero, como se usaba en estos casos para hacerse acreedor de la merced, obtuvo en 1722 el Condado de Oploca, pero según consta en el Archivo General de Indias (Sevilla) en realidad fue creado mucho antes ya que la Real Cedula es de 1710 a poco de casarse con la nieta de López de Quiroga. No heredó doña Ana María el Título que había sido creado sobre su hacienda en Chichas, sino que fue don Vicente hijo mayor de la rama mejicana, el cual murió en la inopia absoluta, tanto que su entierro se costeó de limosna. Algunos años después reivindicó el Condado la nieta del segundo Conde, la que al fallecer sin sucesión fue la última poseedora de Oploca en la rama mejicana. Doña Ana María de Chacón y Gambarte contrajo matrimonio en Potosí el 25 de enero de 1728 con don Luis Cayetano Yañez de Montenegro, natural de Arica (Perú) quien fue Alguacil Mayor del Cabildo de Potosí, quien falleció antes que su esposa. Tuvieron cinco hijos. Su hijo mayor fue don Joaquín Tomás, abogado de la Real Audiencia de La Plata, que había nacido en Oploca en 1741 y falleció en 1813. Finalmente decir que desde la muerte en Mejico del primer Conde la rama boliviana gozó del tratamiento público de “Condes de Oploca”, al estar el Título vinculado a la hacienda homónima. Aunque ellos nunca lo ostentaron oficialmente. Bibliografía: Vicisitudes entorno al supuesto mayorazgo del Condado del Valle de Oploca. Juan Isidro Quesada. 1999 San Pedro: testigo de los tiempos ss.XVI al XXI Dra. Esther Ayllon Soria. 2013 “Informe de la Contaduría sobre el expediente de D. Joaquín Tomás Yáñez de Montenegro para que se le imperase en la posesión del expresado Título como nieto de D. Diego de Arce Chacón, a quien se le hizo merced del mismo por Cédula de 26 Mayo 1710. 1789, Febrero, 21.- Charcas” (AGI TITULOS_DE_CASTILLA,7A,R.1)