El fundador fue el conocido genealogista D. Adolfo de Morales Sánchez-Tagle (1916-1993), quien fue Presidente vitalicio. La nueva Institución se llamó en un comienzo Instituto Genealógico Boliviano, para luego adoptar en 1949 el nombre definitivo Instituto Boliviano de Genealogía.
En 1995 un grupo de aficionados con algunos profesionales reunidos en torno a D. Carlos Calvo Galindo, deciden un 31 de julio reactivar (que fue en realidad una refundación) el Instituto, dándose nuevos estatutos y reglamentos.
Acta de la Sesión Solemne de la Asamblea General Extraordinaria del Instituto Boliviano de Genealogía deL 31 de Julio de 1995 (EXTRACTO)
Los suscritos Adolfo Aponte Tineo, René D. Arze Aguirre, Fernando Cajías de la Vega, Sandro Calvani, Carlos Calvo Galindo, Gonzalo Campero Paz, Javier Campero Paz, Rolando Costa Arduz, David V. De Rojas Silva, Laura Escobari Cusicanqui, Eudoro Galindo Anze, Javier Galindo Cueto, Carlos Gerke Mendieta, María Luisa Kent Solares, Yves de la Goublaye de Menorval, Irma Landivar de Zambrana, Juan José Leñero Ferrari, Clara López Beltrán, Roger Mercado Antelo, Plácido Molina Barberi, Héctor Ormachea Peñaranda, Fernando Paz Baldivieso, Leticia Paz-Campero de Sánchez de Lozada, José Luis Roca García, Luis Fernando Roca García, Pedro Querejazu Leytón, Rolando Rivero Lavayén, Fernando Salazar Paredes, Jorge Siles Salinas, Eduardo Trigo O’Connor d’Arlach, Crisanto Valverde Barberí, Jorge Zambrana Cronenbold, Alberto Zelada Castedo y Elvira Zilveti de Peñaranda, reunidos en Sesión Solemne de la Asamblea General Extraordinaria del Instituto Boliviano de Genealogía hemos acordado los siguientes puntos:
1.Es preciso y urgente reactivar las labores del Instituto Boliviano de Genealogía que fuera fundado en La Paz Bolivia en 1948 (Ndr en realidad fue fundado en 1945) y cuyos estatutos iniciales fueron reconocidos mediante Resolución Suprema Nº 32095 de 15 de febrero 1949.
(Siguen las firmas de los arriba nombrados.)
En 1998 durante la presidencia de D. Calvo Galindo se llevó a cabo en Sucre la VIII Reunión Americana de Genealogía, con asistencia de numerosos y connotados genealogistas del mundo hispanoamericano. Por enfermedad del Presidente debió presidirla D. Yves de Menorval entonces Vicepresidente del Instituto.
Don Carlos Calvo Galindo realizó una fecunda tarea de reorganización institucional renovando la genealogía con la inclusión de conceptos y métodos científicos y animando a nuevos investigadores a producir una “limpieza genealógica” esto es, revisar y depurarla de fantasías y mitos repetidos a través de generaciones sin aportar pruebas documentales.
El señor Calvo fue sucedido en la Presidencia por D. Héctor Ormachea Peñaranda, quien continuó la obra de su predecesor, incentivando la investigación y las publicaciones. En este periodo inicial ambos presidentes contaron con la valiosa cooperación del entonces un joven genealogista D. Jorge Rivera Sánchez, quien alternaba su residencia entre España y Bolivia, investigando en ambos países, buscando los entronques de las familias fundadoras en los principales archivos europeos, y también en distintos países hispanoamericanos. El señor Rivera Sánchez colaboró también con sus pinturas heráldicas de alta calidad artística y muchos genealogistas poseen hoy árboles pintados en pergaminos por Rivera.
Otro apoyo fundamental fue D. David de Rojas Silva, erudito heraldista, formado en Madrid, quien publicó muchos trabajos en este campo y en relación con su formación como antropólogo. En este portal se recogen algunos de sus trabajos. Su relativa temprana muerte le sorprendió en plena producción, dejando un vacío que la Academia no ha logrado llenar.
A D. Héctor Ormachea le sucedió D. Yves de la Goublaye de Menorval y Rodríguez Quiros, costarricense de nacimiento, francés por línea paterna y boliviano por adopción. Casado con dama boliviana dirigió la Oficina de Unesco en Bolivia. A él le debemos la transformación del Instituto en Academia. El señor Menorval había sido colaborador estrecho de los dos primeros presidentes, Calvo y Ormachea, aportando y dando a conocer la genealogía boliviana a nivel internacional dada sus extensas relaciones en este campo.
Así 31 de julio del 2002, bajo la presidencia de D. Yves de la Goublaye de Menorval Rodríguez-Quirós, el Instituto se transformó en Academia, coexistiendo todavía por un año ambas instituciones, quedando el Instituto sujeto y dependiente de la Academia dirigido por la Vicepresidente de esta, Da Elvira Zilveti de la Reza, conocida y entusiasta genealogista boliviana fallecida el año 2011. La creación de la Academia y los estándares que se establecieron para el nombramiento de los académicos fundadores creó algún malestar en los miembros que no alcanzaron ese grado por lo que hubo que mantener el Instituto durante un periodo de casi dos años, causando una duplicidad de funciones (los Académicos eran miembros del Instituto pero no viceversa) y malos entendidos. Finalmente, en octubre del 2003 se extinguió el Instituto y se fundió con la Academia.
El año 2002 del 10 al 14 de septiembre, se realizó en Santiago de Compostela, España, la XI Reunión Americana de Genealogía a la que asistieron y leyeron sus comunicaciones genealógicas en representación de Bolivia los académicos fundadores D. Yves de Menorval, D. Juan José Leñero Ferrari y D. Jorge Rivera Sánchez. En el curso de esa reunión se creó la Confederación Iberoamericana de Ciencia Genealógica y Heráldica resultando elegido primer Presidente D. Yves de la Goublaye de Menorval, a la sazón Presidente de la recién creada Academia Boliviana y al mismo tiempo Vicepresidente de la Confederación Internacional de Genealogía y Heráldica.
El 2003 en la ciudad de Sucre y con la asistencia de reconocidos genealogistas americanos y españoles se inauguró la XII Reunión Americana de Genealogía y el I Congreso de la nueva Confederación. Este fue el segundo gran evento internacional que acogió la antigua sede de la Real Audiencia de La Plata y fue de nuevo presidido por D. Yves de Menorval. Las Actas con los trabajos de esta importante reunión no fueron publicadas en papel, sin embargo, se distribuyó un CD con algunos trabajos leídos en aquella oportunidad. El CD completo ha sido subido a este portal.
El señor Menorval fue sucedido por D. Alvaro Carranza Urriolagoitia, quien tuvo que remar todavía, en las aguas agitadas que el cambio necesario para dar un salto cualitativo, había producido. Casi al final de su mandato tuvo que pedir licencia para ausentarse por dos meses al extranjero, correspondía estatutariamente que lo remplazara el vicepresidente D. Rolando Rivero Lavayen, quien se encontraba convaleciente de una grave enfermedad por lo que no pudo asumir esa responsabilidad. A su vuelta Carranza presentó su renuncia indeclinable, faltando un mes para concluir su mandato.
Fue elegido entonces D. Mario Paz Zamora, quien con esfuerzo y trabajo y mucha diplomacia pudo recomponer un ambiente más propicio para lograr los fines de una Academia. La Institución recuperó un ritmo de presentaciones y reuniones que mantuvieron vivo el interés por la genealogía.
Sería largo reseñar la obra del Dr. Paz, que no solo fue productiva sino que puso entusiasmo y sacrificio en cada una de las tareas que emprendió.
Al señor Paz Zamora le sucedió D. Fernando Knaudt Banzer, que era vicepresidente y quien aunque ya con serios problemas de salud, aceptó el cargo a pedido del directorio saliente. El señor Knaudt había formado parte de practicante de todos los últimos directorios, haciendo un gran aporte a la institucionalidad, como hombre de empresa y experto en manejo organizacional, sin embargo, su estado de salud se agravó al punto de tener que presentar su renuncia al cargo con la misma hidalguía que había asumido todos sus compromisos
Le sucedió su vicepresidente D. Juan José Leñero Ferrari, quien terminó el periodo inconcluso y fue reelegido por un nuevo bienio. El Dr. Leñero Ferrari, un prolífico y riguroso investigador, ha dado un aporte muy importante a la llamada “limpieza genealógica”, y es quizás actualmente el más conocido genealogista dentro y fuera de Bolivia. Durante casi 30 años ha recorrido los principales archivos históricos de Bolivia y España, así como de varios países de hispano américa. Durente su presidencia, hubo presentaciones mensuales con ingreso de varios académicos.
Al Dr. Leñero le sucedió la Dra. Clara López Beltrán conocida historiadora, a quien le tocó el difícil periodo, del declinar de la institución, por muchos motivos, entre ellos la jubilación y fallecimiento de académicos fundadores y de número.
En la actualidad, la Academia se encuentra en receso, administrando el despacho corriente el Dr. Leñero, quien como único presidente honorario en actividad debió hacerse cargo.